Por Ximena Mart.
Cairo es tan cosmopolita que hasta se puede conocer bailarinas chilenas. Marcela y yo nos encontramos en la fiesta de Navidad en casa de Mahmoud Reda y nos quedó mucho por conversar, así que le pedí esta entrevista, pensando que sería interesante que en Chile se supiera de esta aplicadísima bailarina que viaja por el mundo tras sus maestros para perfeccionarse. Marcela vive en el sur de España con su pequeño hijo, y está dedicada en cuerpo y alma a la danza. A la primera pregunta me abrió su corazón, con un toque de acento andaluz. En Enero 2008 Marcela estará en Chile, con muchísimas ganas de bailar y compartir su arte.
Ximena: Empecemos con tus primeros recuerdos relacionados con el baile.
Marcela: Desde pequeña siempre he estado en un ambiente de baile, mis padres se conocieron bailando tango y lo hacen hasta el día de hoy. Siempre estudié distintos tipos de baile, pero no daba con lo que yo realmente quería, algo que tocara mi alma hasta hacerla transformar. Hasta que a los 14 años en una sesión con mi astróloga me habló de la danza oriental. Mi corazón me dijo: «eso es, ya has llegado». Tomé mis primeras clases con una chica árabe que bailaba en el club palestino. Seguí también estudiando ballet, jazz dance, haciendo yoga y teatro.
Un día me diagnosticaron cáncer, linfoma de Hodking, tuve dos operaciones, radioterapia, quimioterapia y sesiones de psicoanálisis que duraron 2 años y me permitieron comprender que yo había creado esa enfermedad, que no podía culpar a nadie por mi pasado y que solo nosotros somos responsables por nuestra propia vida y experiencias, que vamos creando con nuestros pensamientos. Tenía yo 19 años cuando todo eso pasó. Y entonces apareció un ángel en mi vida, Cecilia Bascuñan, profesora de danza oriental. Me ofreció clases gratis porque quería ayudarme en mi proceso de sanación del cáncer. Así que me ponía yo mi quimioterapia y me iba a mis clases con ella, me ayudó muchísimo, siempre le estaré agradecida por su bondad y sus enseñanzas.
Ximena: ¿Entonces te fuiste a Europa?
Marcela: Viajé a Europa porque necesitaba un intenso encuentro conmigo misma y con mi ser interior, necesitaba saber quién era yo realmente, y encontrar mi vocación. De eso hacen ya casi 11 años, y creo que haber encontrado todo lo que buscaba.
En España, donde finalmente me establecí, comencé a trabajar con la Danza Oriental , bailando y enseñando. Donde vivo estudio también ballet con una maestra y examinadora de la Royal Ballet Academy de Londres, y también flamenco. Además de Danza Oriental enseño tango, salsa y bailes de salón. Desde que llegué no paré de viajar por Europa y Estados Unidos, tomando clases con los mejores maestros, y voy cada año a Egipto.
Ximena: ¿Cuáles son tus actividades en Egipto?
Marcela: He tenido el privilegio de trabajar bailando en Luxor con la compañia de baile del coreógrafo libanés Gaby Shiva , participé en video clips de cantantes, y también haciendo los videos de enseñanza del gran maestro Mahmoud Reda . Recientemente he estado trabajando con él para un espectáculo en la Biblioteca de Alejandría, donde participé bailando varias danzas . También he bailado en Oman para el Sultán, en el Festival de Culturas, con la compañía de baile del prestigioso coreógrafo egipcio Adel Abdo.
En Egipto me he formado con los mejores maestros ( Mahomoud Reda, Diana Tarkhan y Momo Kadous cuando está allí o sino en Alemania) intentando encontrar siempre la esencia de la danza oriental.
Ximena: ¿Y EEUU?
Marcela: Una vez al año voy a California, donde trabajo con Suhaila Salimpour, quien tiene un programa de certificación de 5 niveles, que es lo más avanzado y desafiante a nivel técnico que he encontrado en el mundo de la danza oriental. Suhaila explica los movimientos de forma técnica, a nivel muscular, con una sólida base de danza, y no sólo a través de sentimientos. En cualquier estilo de danza profesional siempre sabes la raíz del movimiento, qué músculos usar, pero en la danza oriental, sobre todo en Egipto, simplemente miras lo que el profesor hace e intuitivamente y si tienes suerte puedes algún día imaginar cómo tienes que hacerlo. Lo digo por experiencia propia, tras años de estudiar con casi todos los más grandes maestros egipcios. Tener el conocimiento de los músculos que debo usar me da más potencia, precisión y control, a la vez que aumenta mi vocabulario.
Creo que en general el nivel de la danza oriental no es muy alto, es por eso que me he tomado muy en serio mi formación, queriendo elevar el nivel en todos los sentidos.
Ximena: ¿Cuáles son tus bailarinas favoritas?
Marcela: Me encantan las bailarinas de la golden age, algunas no tan conocidas como Houda Shamseddin, Nabaweyya Moustafa y Katie. También Nelly Fouad, Dina, Fifi Abdo, Mona Said…. y Nadia Gamal, mucho.
X imena: ¿Entonces cuál es para ti el aspecto más importante de la danza?
Marcela: Después de tantos estudios de baile que he tenido, lo que continúa siendo más importante para mí es el encuentro que podemos tener a través de esta danza con nosotras mismas, con nuestra historia, con nuestras alegrías y miedos. No hay nadie en el mundo que baile como tú, porque nadie ha vivido lo que tú has vivido, ni sentido lo que tú has sentido, y desde ese punto de vista cada baile es un regalo único que nos conecta con la divinidad.